Fuente: El País
El congresista afirmó que así se establezcan otros responsables, el funcionario debe renunciar “por omisión”.
Iván Cepeda, supuestamente espiado por la central clandestina del Ejército que también interceptó información de los negociadores de paz del Gobierno, pidió este martes la renuncia “por omisión” del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
“Yo creo que la primera medida es la renuncia del ministro de Defensa, independientemente de si se establecen o no otros responsables, por omisión de esta situación tan grave”, afirmó Cepeda en declaraciones telefónicas a Efe.
Cepeda fue mencionado por una fuente en el artículo de la revista Semana que denuncia el funcionamiento de una central de inteligencia clandestina por parte de un sector del Ejército, y es parte de un conjunto de “blancos” que incluye a otros dirigentes de izquierdas y a los negociadores del Gobierno en los diálogos con las Farc.
Por su parte, Pinzón se pronunció sobre el asunto en su cuenta de Twitter para pedir una investigación al comandante del Ejército, el general Juan Pablo Rodríguez.
“Le he pedido al comandante que investigue situación de supuestas chuzadas (espionaje telefónico) a equipo negociador en La Habana”, escribió el ministro. El titular de la cartera de Interior, Aurelio Iragorri, ha afirmado a periodistas que el Gobierno desconocía las interceptaciones de datos de mensajería instantánea y correos electrónicos que se hacían desde un local de fachada en Bogotá, y que por lo tanto es víctima y no victimario.
Pinzón, el presidente Juan Manuel Santos y el director de la Policía, el general Rodolfo Palomino, tienen previsto presentar conjuntamente un informe sobre operaciones contra el tráfico de drogas, pero se desconoce si harán una declaración sobre el caso.
Cepeda alertó también sobre la posibilidad de que el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) pueda haber “dirigido” a los oficiales de inteligencia del Ejército y a los “hackers” civiles que al parecer fueron reclutados para estas labores.
“Hoy podemos afirmar que sí ha habido un sector que ha estado haciendo una labor de saboteo al proceso de paz desde las Fuerzas Militares y con la dirección del expresidente Uribe”, espetó Cepeda.
Además, recordó que Uribe y sus colaboradores filtraron en 2012 los primeros contactos entre el Gobierno y las Farc antes de que el presidente informara oficialmente de ello. “También divulgaron la agenda del proceso con anterioridad y después han venido haciendo revelaciones a través de distintos medios, redes sociales y portales”, agregó Cepeda.
En abril pasado, cuando el proceso de paz llevaba cinco meses, Uribe asumió la responsabilidad de la publicación de unas coordenadas de la operación en la que se trasladó a un nuevo grupo de negociadores de la guerrilla a la sede de las negociaciones en La Habana, una información que sólo conocían los militares implicados.
Por último, Cepeda advirtió: “No podemos olvidar que el escándalo de las chuzadas del DAS contra activistas, jueces y periodistas estalló en el Gobierno de Uribe”.