El representante Iván Cepeda, en debate realizado junto a los congresistas Gloria Díaz y Augusto Posada, propuso la creación de una Comisión permanente de miembros de las Comisiones de paz del Congreso para observar y contribuir a solucionar la catastrófica situación de las cárceles colombianas, además de una mesa de discusión del nuevo código penitenciario a través de una consultoría con la Universidad de los Andes.BOGOTÁ, 15/08/12. El representante y defensor de derechos humanos, Iván Cepeda Castro, recordó que lleva un año llamando la atención del Gobierno Nacional sobre la difícil situación por la que atraviesan miles de internos en los establecimientos carcelarios del país.

Esta vez, el congresista presentó cifras actuales que revelan el panorama desalentador del sistema penitenciario colombiano. Según cifras entregadas por el Inpec, 52.632 de los reclusos en las cárceles son personas entre los 18 y los 35 años de edad, el 47% de la población carcelaria es joven. Un informe de la Defensoría del Pueblo muestra que la población carcelaria durante los últimos 12 años se incrementó en 54.915 personas, mientras que en el mismo lapso los cupos aumentaron sólo en 42.009. Es decir que el déficit es de 12.906 cupos, sin contar la situación de hacinamiento antes de este incremento.

El Inpec, asegura que la tasa de sobrepoblación es de 45%, y confirma que de los 142 establecimientos de reclusión que administra, hay tres que tienen el mayor índice: Riohacha, con capacidad para 100 internos y hoy cuenta con 427 (hacinamiento: 327%); Bellavista, en Medellín, construida para 2.424, pero tiene 7.472 (hacinamiento: 208%), y La Modelo de Bogotá, cuya capacidad es de 2.907 internos, pero alberga a 7.839 (hacinamiento: 169.7%).

“Realicé un debate de control político hace más de un año. No es una situación inadvertida, y hoy estamos constatando que las cárceles se han convertido en depósito de seres humanos, tratados como desechos”, afirmó Cepeda.

El hacinamiento, la infraestructura en pésimo estado, la práctica de torturas y tratos inhumanos y degradantes, de la mano la ausencia de investigaciones disciplinarias, la falta de atención en salud, y la corrupción judicial son los grandes males que según el congresista, llevaron al límite al sistema penitenciario del país. “Las cárceles y centros penitenciarios colombianos son un gigantesco sistema comercial. Todo se compra, hasta la libertad”.

Para el representante, esta situación reitera la urgencia de decretar la emergencia carcelaria y la presentación de un nuevo código penitenciario, formulado a través de una consultoría con la Universidad de los Andes, luego de una consulta con los voceros de los internos.

Cepeda también propuso la creación de una Comisión permanente con miembros de las Comisiones de paz del Congreso para observar y contribuir a la solución de los problemas del sistema carcelario.